viernes, 15 de octubre de 2010

¡Habla, una pichanga!

A qué chico no le gusta una pichanguita con sus patas después de clase o del trabajo. No importa si hace frío, o esté lloviendo, jugar un partido es imprescindible! Tampoco importa que tengas un examen al día siguiente o tengas clases a las 7am, o tu cuarto esté hecho mierda,  la pasión por el fútbol puede más yls!
Es que el patear la pelota congrega cholosapienses de toda raza y religión, desde el empresario, el cobrador de combi, hasta el curita; todos se dan sus escapadas con sus patas para un partidito.

Otro rasgo fundamental es la cancha. La necesidad de que sus límites estén adecuadamente pintados o que los arcos tengan redes o que esté magnificamente ubicada en un complejo deportivo es casi nula. Puede ser el parque, la calle de tu casa o la de tu pata...puede ser de tierra, asfalto, piedra o de lo que sea y donde sea... sólo importa las ganas de jugar y de DARLO TODO, y más si es que hay unos cuantos soles de por medio. Pero eso sí, si tu pata está jugando para el equipo contrario, fue todo…las peleas de machos surgirán por un simple “suelta la pelota weon”.
Y para finalizar, las infaltables chelitas para volver a hacer las paces… ¡Habla, una pichanga!

No hay comentarios:

Publicar un comentario